martes, mayo 22, 2007

Zozobra el dragón

Fernando Perucci
fperucci@futboliquique.cl

Lo que parecía una noche para celebrar, con un trofeo en disputa y la historia para rendir homenaje, terminó en angustia y malestar por un impensado empate sobre la hora. Los celestes no pudieron mantener la ventaja por un gol conseguida por Bolívar cuando se jugaba el último cuarto del encuentro y dejan dos puntos importantísimos en el camino y un sabor amargo para el plantel y la hinchada en un partido para el olvido.

Dentro de la cancha hubo un equipo con ambiciones y otro que vino a cuidar su portería y buscar de contra, Municipal Iquique fue protagonista durante 85 minutos, controlando las acciones, llegando constantemente y con peligro al arco rival, en reducidas cuentas el dragón controló el juego y fue quien mereció la victoria, sin embargo Unión La Calera aprovechó los últimos cinco minutos cuando Iquique se vio con un hombre menos atosigado en su área por reiteradas faltas, presa de la desesperación en un error en la defensa los celestes pierden un balón de dos puntos que aprovechan los cementeros para no irse con las manos vacías de un atónito Tierra de Campeones.

En la primera etapa cuando Iquique logró asentarse en el terreno de juego, comenzó a generar constantes llegadas de peligro, Puch y Karl se juntaban bastante y hacían temblar la defensa cementera, promediaba el primer tiempo y Sebastián Karl inquietaba con un peligroso tiro de distancia.


A los 36 minutos, La Calera tuvo su primera llegada de peligro, con un tiro de larga distancia de Juan Ramón Orellana que da en el travesaño cuando Kennedy la miraba plantado al piso.

Faltando cinco minutos para el final, Christian Camilo tuvo su gran oportunidad de abrir el marcador y convertir su primer gol por la celeste, después de un tiro de Taucare que se iba desviado por la derecha y Camilo alcanza a desviar pero no lo suficiente para mandarla adentro. Luego el propio “tata” Taucare, gana un tiro libre de Michael Soto a pura fuerza y lucha en el punto penal y a quemarropa saca un balazo que da en el arquero bien ubicado.

En la segunda fracción Iquique salió con la misión de convertir a como dé lugar, Carreño realizó la primera modificación para abrir la cancha por izquierda y darle la velocidad, el hombre indicado era Juan Riquelme, que reemplazó a Juan Farías.

Con Riquelme, Isla, Bolívar y Puch que ganaban la banda constantemente y movían los hilos celestes, llegaba inquietando por los costados, que el equipo de Calera con más garra que fútbol despejaba, cuando el reloj marcaba 66 minutos Karl frente al arco no alcanza a darle potencia a un centro atrás de Venegas y la pelota queda picando para que controle Torres.

Regresando a las canchas, Víctor Belaunde entró en lugar de César Venegas y con el “tata” vestido de volante que gana la línea de fondo y mete un pase para el “belagol” que no puede controlar y se le va larga al costado del arco.

A los 77 minutos se desató el festejo en el dragón de ocho cabezas cuando el “tata” Taucare nuevamente como protagonista en ofensiva se lleva las marcas por derecha dentro del área y pegado a la línea de fondo saca un centro pasado para la fantasmal llegada por izquierda de Sebastián Bolívar quien apura de cabeza para clavarla pegada al palo y salir a gritarlo con todo, ante la locura del Tierra de Campeones.

El gol trajo la tranquilidad que sólo duró 5 minutos, cuando Iquique quedó con diez hombres por la expulsión de Sebastián Karl, quien no quería creer lo que cobraba Cristian Ramírez, juez de la brega.


Esos cinco minutos que restaban fueron fatales para los celestes, luego de la infracción de Karl cerca del área, Iquique no pudo salir de su propio terreno y se fue metiendo con faltas reiteradas en arco propio, hasta que a los 88 minutos en una desaplicación Diego González la toca a la izquierda de Kennedy quien no puede contener el descuento rival y la desazón en el Tierra de Campeones.

Belaunde tuvo la última oportunidad con un tiro rasante que saca cayéndose y se va desviado por centímetros del palo cuando Torres sólo miraba el recorrido de la pelota, finalmente un empate con sabor a derrota.

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